Los empresarios de los pisos turísticos defienden que cumplen la ley
Valérie Lackner, representante de los alojamientos, asegura que pagan las tasas y los impuestos que les corresponde
Valérie Lackner, presidenta de la Asociación de Empresas de Alojamiento Turístico (AEAT), destaca que estos establecimientos también pagan sus tasas y tienen sus gastos. Con estas palabras responde al presidente de la Unión Hotelera de Andorra, Àlex Armengol, que en una reciente entrevista en el Diario pidió que se limitara la entrada de nuevas plazas de camas procedentes de los pisos turísticos al tiempo que aseguró que este tipo de alojamiento requiere una inversión menor y, por tanto, sus precios son más competitivos.
“Evidentemente no podemos opinar de la misma manera”, expone Lackner, que agrega: “no somos una competencia desleal”. En este sentido, argumenta que los responsables de los alojamientos turísticos también tienen sus propios gastos. En concreto, explica que cuentan con una plantilla de mantenimiento y de limpieza que “en función de la clasificación” del alojamiento deben contratar un número determinado de horas de trabajo. Asimismo, resalta que también abonan sus contribuciones al Gobierno. “Nosotros pagamos nuestras tasas y nuestros impuestos según los metros de explotación que utilizamos”, especifica.
Armengol sostenía que los hoteles se ven obligados a contratar más personal al mismo tiempo que deben cumplir muchas exigencias y hacer inversiones en cuanto a infraestructuras, como poner ascensores o salidas de emergencia, mientras que los pisos turísticos no se ven obligados a realizar -lo. Por todo ello, concluyó que los pisos turísticos eran una “amenaza” para los hoteles.
Nichos de mercado diferentes
Lackner remarcó que los alojamientos turísticos tienen otros nichos de mercado que los de los hoteles. “No entiendo por qué dice (Àlex Armengol) esto, porque nuestro nicho es un público muy diferente, principalmente familiar”, enfatizó la representante de los pisos turísticos.
En Andorra hay alrededor de unas 45.000 plazas de camas para turistas. Por ello, Armengol resaltó que debería bloquear la entrada de nuevas plazas provenientes de los pisos turísticos. En este sentido defendió que muchos de estos apartamentos se edificaron para ser vendidos, pero como con la crisis quedaron vacíos, ahora se ofrecen como alojamiento para turistas.
En este contexto, Lackner resaltó que esto no es una elección o que esté en sus manos. “Hay muchos edificios vacíos y es el Gobierno quien da las licencias y quien autoriza cada edificio si se hace un piso o no”, subrayó la presidenta de la AEAT.
Aunque Lackner reconoció que hay localidades donde puede haber una sobreoferta como el Pas de la Casa, Canillo o el Tarter, a pie de pista, también apuntó que hay otros que están por explorar. “En San Julián se harán pisos turísticos y ahora no hay. Esto es muy buena idea “, indicó Lackner. En este sentido, explicó que en esta parroquia hay Naturlandia, donde “mucha gente”, que podrían dormir en un piso turístico en San Julián, mientras que ahora tienen que pernoctar en Andorra la Vella o Escaldes-Engordany.
EL MINISTRO CAMPO ASEGURA QUE LA NUEVA LEY EQUIPARÁ A TODOS LOS ESTABLECIMIENTOS
El ministro de Turismo, Francisco Campo, expone que cuando la nueva ley entre en vigor “los diferentes alojamientos tendrán las mismas obligaciones”. Así pues, relató que la normativa prevé que los edificios que tengan más del 75% de los pisos dedicados al turismo deberán “someter a las mismas medidas de accesibilidad o de escala de incendios que los hoteles”. Además, en el caso de que haya más de cinco pisos turísticos se requerirá una recepción.
El ministro explicó que la Ley sobre alojamientos turísticos 1998 sólo permitía ofrecer pisos para visitantes si se tenía el 100% del bloque y los requisitos eran los mismos que para el uso hotelero. En cambio, en 2008 se aprobó una normativa con la que se “legalizaron los apartamentos turísticos que existen en Andorra y se piden menos restricciones que el 98”, destacó Campo.
En otro contexto, el ministro indicó que a pesar de que crecen el número de pernoctaciones, el ritmo de la oferta de camas turísticas incrementa cuatro veces más que la demanda, pero se mostró contrario a bloquear el número de plazas para que esto supondría “poner límites a la emprendeduría”. Argumentó que con la nueva ley, cuando todos los establecimientos tengan las mismas obligaciones, esto servirá de freno y limitará la entrada de nuevos alojamientos.
fuente:
Diario de Andorra